miércoles, 10 de abril de 2013

La leyenda

Escogí una leyenda Chilena de Valparaiso que se llama la piedra feliz

La leyenda dice que Antiguamente, al costado izquierdo del Balneario “Las Torpederas”, existía un elevado promontorio formado por negras rocas. Dicho peñón atrajo desde siempre la atención de los suicidas que llegaban hasta él para poner fin a sus días.
Un misterioso encantamiento poseía este abrupto peñón situado al pie del “Cerro Playa Ancha”, en la ladera norte donde se ubica el Cementerio Nº 3. la roca gigantesca atraía a los desheredados del amor, a los desdichados por problemas financieros y a los enfermos incurables.
El pueblo bautizó a ese fatídico atalaya con el extraño nombre de “Piedra Feliz” que muy por el contrario era la piedra de los infelices.
Abajo, allá donde el mar se arremolina, allá donde esgrime sus mil brazos, grandes remazones de huiros y cochayuyos, como los tentáculos de un animal fabuloso, esperan a los torturados... Es el coro de los fantasmas de los cientos de desaparecidos entre esa maleza marina.
Allí está el peñón de oscuro sino, la “ Piedra Feliz” llamando a los suicidas, como una atalaya de salvación para martirizados, para los conturbados espíritus.
Subiendo los peldaños pétreos se llegaba hasta la cúspide, hasta el fatídico zócalo, a la cornisa del enhielo torreón metido en el mar.
Desde arriba, una mirada a la vida y luego el salto hasta las turbulentas aguas, hacia el mundo de los suicidas, donde las aguas marinas agitan sus múltiples brazos en un eterno bullir.
Nadie escapaba con vida una vez tomada la decisión final. Tanta fue la popularidad de la “Piedra Feliz”, ubicada en el popular Balneario “ Las Torpederas”, que un Alcalde ordenó dinamitarla cercenado su cabeza. El decreto alcaldicio restó belleza y patetismo al trágico peñón que, a pesar de todo, aún atrae a los suicidas con una fría pétrea al costado izquierdo de la playa.
El Balneario “ Las Torpederas”, por sobre la inquietante reputación de la “ Piedra Feliz”, sigue siendo el balneario más popular de Valparaíso. Debe su nombre a las lanchas torpederas que, durante la Guerra del Pacífico, tuvieron su base en la acogedora playa.
Hoy la “Piedra Feliz” ha perdido mucha popularidad, otros medio menos románticos, pero igualmente eficaces, le han arrebatado su atractivo, su “encanto”.


Para esta leyenda ilustre la portada del libro, me basé en los colores que usa Howard Pyle y la manera de pintar que usa ya que sus ilustraciones no tienen bordes.

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